En esta época del año pueden confundirse, pero hay características que las diferencian.
El encierro durante esta primavera atípica ha provocado una menor exposición a los agentes alérgenos, pero con el desconfinamiento gradual, muchas personas notarán, sin duda, cómo se intensifican los síntomas. Es importnte identificar este tipo de dolencia y diferenciarla de otros tipos de conjuntivitis, y paliar sus molestias, ya que el Covid-19 tiene una vía importante de contagio a través de los ojos.
Si padecemos conjuntivitis alérgica, «generalmente tendremos los ojos rojos y sobre todo un síntoma clave: el picor. También se puede acompañar de otros síntomas extraoculares como el picor nasal y/o en la zona posterior del paladar», aclara el doctor José Lamarca, oftalmólogo del Centro de Oftalmología Barraquer.
«Una conjuntivitis vírica también enrojece y afecta a los dos ojos -puntualiza el especialista-, sin embargo, suele dar mucha inflamación y el síntoma suele ser similar a si tuviésemos arenilla en los ojos. Otra clave es prestar atención a otros signos extraoculares que, en ocasiones, acompañan a las conjuntivitis víricas, como son la fiebre y molestias en las amígdalas».
Para abordar las alergias oculares, primero hay que detectar y concretar a qué tenemos alergia y tratar de evitarlo. Si esto no es posible, «debemos de extremar las medidas higiénicas, como no tocarse los ojos, y lavarse párpados y pestañas con agua y jabón sin que entre en contacto con el ojo. Unas medidas además de especial importancia para la prevención del contagio del Covid-19», subraya este experto en superficie ocular.
Si los síntomas persisten y nos provocan malestar, debemos consultar con el oftalmólogo. El experto avisa de que cuando las molestias se acompañan de una pérdida brusca de visión, gran inflamación o dolor ocular, «hay que acudir a las urgencias médicas sin dudarlo».